Esta semana terminé mi proyecto de cómic. Ha sido muy terapéutico. Aunque se trata de una historia muy sencilla, es una de las experiencias personales más bonitas que he tenido en mi vida, junto a la persona más bonita que he conocido en mi vida (ese es Marcos).
A veces creo que el ser humano debería extinguirse, pero otras veces aparece gente como Steven y me animan a seguir creyendo que no somos unos seres tan mediocres, que a veces sabemos ser buenos, sin segundas intenciones ni egoísmos. Y no sólo cuando hemos tenido un buen día, si no también, en esos días malos en los que sólo deseas llegar a casa y agazaparte en un rincón.
Aquí os dejo el enlace al cómic. Espero que os guste 🙂